No digas nada
y escucha del silencio
lo que te dice.
Son, sus palabras,
los versos de la vida
desde la nada.
Y es que la nada
contiene lo que existe
hasta nosotros.
Pero dejemos
conceptos filosóficos.
No nos importan.
En el silencio
busquemos a los sueños
que allí se guardan.
Hay poesías
y versos, sin palabras,
con tantas tardes...
En él estás,
mi linda mariposas,
y tú lo sabes.
En él estamos
y están nuestros susurros
y algunos besos.
En el silencio
dejamos nuestras almas
al desnudarnos.
Y nos amamos,
sin prisas, en silencio,
y sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/22