El tiempo se disipa ante mis ojos
y pasa tan de prisa, que sin darnos cuenta,
nos atrapa el destino.
Aún cada noche
sueño que tus labios, abrazan a los míos
el anhelo de aquel beso, aniquila mi razón.
Sé que no debemos amarnos
pero este volcán que hace erupción en mí
... es tan grande,
que si me dieras
aunque sea... un ápice de esperanza,
volvería a ver, la luz del sol.
Recuerdo tu cautivante sonrisa
y en la magia de mi mirada...
dibujo la silueta de tus labios,
elixir inalcanzable para mí.
A pasado el tiempo
y para sentirte cerca, solo debo cerrar mis ojos
y así... abrazarte en mi silencio,
para poder sentir aquel beso, que nunca te di
y que tanto añoré.
Ahora, sólo está tu recuerdo...
y el sueño de sentir tus labios
abrazados a los míos.