No te fíes del Urólogo (Quintillas)
Paseaba don Ramón
contemplado la grandeza
y con su fina destreza
descubriendo la razón
del porque tanta belleza.
Y de su andante paseo
tropezó con Agapito
que era un muchacho muy feo
el cual manejaba un pito
que de muchas es deseo.
Al verle apesadumbrado
pregunto le su motivo
estoy muy desanimado
pues ahora ya no vivo
y de Urólogo cautivo.
¿Acaso tienes un mal?
Más que mal es un complejo
que lo veo muy real
es por eso que me quejo
de tanta fatalidad.
¿Cuenta, cuenta que me intrigas?
Consumando mí visita
hemos hecho buenas migas
al ejecutar la cita
me entraron muchas fatigas.
Por aquello que pidió;
bájate los pantalones
cuanta vergüenza me dio
sus ojos fueron saltones
el deseo codició.
Me dijo que era una prueba
el rectarme por el culo
sabiendo que no era nueva
le vi la cara de chulo
diciendo que no me mueva.
Puso mano en la cintura
otra la puso en el hombro
penetró por la apertura
cuál no sería el asombro
¿que metió por mi ranura?.
Don ramón destornilló
por saber que tanto pito
al pobre si le sirvió
en romper su agujerito
y de risa se murió.