En aviones de papel
lanzo a volar mis sueños
lejos de las realidades
que me tienen preso.
Van volando al pasado
en pos de los recuerdos,
valores más seguros
que los deseos.
La tierra prometida
del incierto futuro
nos queda ahora tan lejos
que sólo dudo
que se parezca al mundo
que un día hubo.
Me tiemblan las palabras,
los pensamientos.
Tiritan voluntades
junto a mis huesos.
De la serena nube,
donde flotamos,
sólo quedan jirones
deshilachados.
Y el bienestar que dimos
a nuestros hijos
no han sido una inversión
a plazo fijo.
¿Qué será de sus vidas,
de sus proyectos?.
Qué podremos dejarles
que no sean besos
y ese amor que jamás
borrará el tiempo.