Sergio Soto

Soledad

La última mañana en qué hablamos, mis lágrimas rodaron,

Te fuiste diciendo adiós sin prometer volver.

Tus bonitos recuerdos se quedaron,

Ya nunca me volviste a ver.

 

La soledad me invadió,

Sin consuelo,

Solitario el llanto llegó

A abrazar mi abandonado cuerpo.

 

Tu risa aún la escucho

Cómo aquel sonido lejano débil y confuso

Ries sin mi,

Lloro por ti.

 

Triste recuerdo de tu adiós,

Me hace olvidar que pasaron los años,

Alegre fue el pasado,

Con el presente olvidado.

 

Alejado de la gente vivo,

Olvidé saludar,

Para nunca más lastimar,

Ni ser lastimado.

 

Trastornada mi terminó mi mente,

Ella dice \"no hay salida\",

El pensamiento es bastante frecuente,

De una persona desesperada.

 

El abrazo que nunca volverá,

El recuerdo que ahí quedará,

La risa que jamás se escuchará,

Nublada en llanto quedará.

 

Agobiante madrugada,

Desesperada tarde,

Triste esperanza

De un retorno imposible.

 

No pretendo insistir,

Porque tu corazón vive buen momento,

Yo tengo que partir

Para no lastimar tu pensamiento.

 

Solo quedan las cenizas de un amor incomprendido,

De un fuego que fue consumido rápidamente,

Cómo el paso de las estrellas fugaces del infinito,

No quiero despedirme bella amada, pero fue un placer conocerte.

 

Gracias por todos los momentos,

Gracias por revivir mi amor,

Gracias por revivir mis pensamientos,

Perdón por tanto dolor.