Individuos a la intemperie
desde hace tanto
que es imposible de recordar
solo un suspiro y registros quedan
de tantas catástrofes inspiradas
por el poder, por la riqueza o la salud,
por un ideal o por acabar con el mismo
No basta con mirar la derecha
o la izquierda, parece tan ocasional
y tan ilógico que puede suceder
en cualquier sitio, más no en cualquier
momento pues, estoy convencido
para detonar la situación se requiere esa
mente maestra, ¿cómo se estructura
ese modus operandi de cualquier atentado?.
¿Es posible manejar la angustia,
el miedo, la esperanza de alguno,
o pero aún, de las masas.
No busco la respuesta ya que quizá
las respuestas de las dudas
son el origen de los hechos más atroces
que se han cometido, incluyendo
las acciones de dicha y los actos de amor.
Cuántos han sufrido por una autoridad,
por la voluntad de alguien más
y tantos más que hemos sufrido
por nuestra propia obstinencia
por nuestra esencia, o por defender
nuestro pensamiento, como si mas allá
de eso no fuéramos únicos
y tan iguales entres nosotros.
Sin dejar de lado las emociones,
los sentimientos, y sin abusar del
escaso intelecto que nos arropa las ideas,
somos parte del caos tal como como este
está intrínseco en nuestra cotidianidad,
negarlo es dejarse arrastrar hacia la catástrofe,
rumbo al sabotaje.
Se que algún día seremos uno solo como especie,
porque quizá entonces ya no seamos tantos
O tan tontos, pues en el recuento de los daños,
solo nos tenemos a nosotros.