Te llevo conmigo en todo momento,
en el separador de un libro,
en el burbujeo de una cerveza,
en un suspiro abandonado al viento.
Porque has calado dentro de mi alma
como cala el humo en los pulmones de un adicto,
dejando en firme un veredicto:
hoy soy más tuya que mía.
Porque mi vida se detiene en el segundo expreso
en que cruzamos nuestras miradas
y me invade una corriente absurda
y se paraliza mi cuerpo mientras el pecho se inunda
del deseo de creer en cuentos de hadas.
¿Qué cielo habría de compararse? ¿Qué Nirvana?
No hay éxtasis que valga más allá de ti.
Estar sin ti es ser reina sin posada,
el despojo de la madrugada,
es ser lluvia en pleno abril.
Porque en ti nacen las estrellas y mueren las desolaciones.
En ti, las cordilleras pierden su rumbo hacia el sur.
De ti brota primavera, sueños, ilusiones
el amor más puro que he sentido: Tú.