Entre recuerdos perdidos
olvidé mi corazón,
hundido en una obsesión,
extraviados sus sentidos;
entre suspiros, gemidos,
en total desolación,
encerrado en su prisión,
agotaba sus latidos;
enfermo de soledad,
entre su lenta agonía,
repetía su verdad,
gritaba que te quería;
y tú, llena de bondad
reviviste su alegría...