Oh menesterosa institutriz!
Descendiendo el prurito de simetría
coagulado el espacio invisible
de una rata que escarba su futuro
en las letanías absorbentes
del mayo impetuoso, oh glorificado
estupro! Oh vacío inesencial, fraguando
sus especias
derivadas de los ecuménicos astros!
Oh, todo lo que me derrota, lo que me derroca:
del mutismo a la inacción, del silencio a la inercia
convaleciente, donde, pueblo los augures latiendo
siempre el corazón! Oh vestigio, desolación
inaccesible, sólo mi alma la conoce, con sustitución
de flores acuáticas!
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