Al sueño de mi amor, tu amor le basta,
y lleno de emoción vislumbra el cielo;
mirando en tu candor el sortilegio
de un ángel, cuyo encanto el pecho inflama.
Observo en tu mirar la luz del alba
sintiendo el corazón latir ligero;
oyendo que palpitan los ensueños
que vibran al compás de tus palabras.
Con esa esplendidez de tu figura
ansiosos mis deseos aletean;
y logras que mis versos raudos fluyan
en gotas de ilusión que el alma anegan;
con brisas que me anuncian fuertes lluvias
de cálida pasión, que me alimenta.
Autor: Aníbal Rodríguez.