En mi ser habitan entre las ramas
Del árbol que crece en mi alma
Cuelgan crisálidas de mariposas
Las olvidaste en mí, dejaste sus huevos reposar en mis entrañas.
Las que un día como en un acto de magia
Nacerán una y otra en vez en lo alto de la copa de éste árbol
Nacerán una y otra vez infestando y ahogando de amor mi interior.
Hoy lo hicieron
Terminaron su metamorfosis
¡lo lograron, nacieron!
Bellas y Hermosas
Azules y Blancas
Rojas y Negras
Revoloteando su nuevo hogar.
Emergieron, a la luz de tu sonrisa
La cubierta de hojas marchitas
Al contacto con tu vista
Esa que entre suspiros me da nueva vida.
Al verlas no puedo evitar reír, no puedo evitar sonreír, a cada segundo que pasa una más renacía.
Ahora son miles de mariposas
y por cada una, una razón para amarte.
Un ecosistema completo
La locura que mueve al cuerpo
Y un amor que ahoga el alma
Tus labios en mi corazón, acercándose hasta morder todo su interior.
¡Simplemente no existe una sola razón!
Bellas, color rojo pasión con el tórax negro cadáver, mis favoritas.
Preciosas, color azul cielo, azul hielo, blancas como nieve tal vez color hueso y unas pocas lilas, como fantasía del recuerdo.
Sus alas decoradas se disfrazan de hojas, recordándome la realidad, no deberían estar en mí.
La distancia y los problemas se hacen cada vez más y más oscuros mientras revolotean adueñándose de mi interior.
Pero al fin y al cabo son bellas
Estas que sueñan despiertas
Me dejan mirandolas con pena
Soy incapaz de aniquilar todo su bello hogar, pero si no lo hago yo, en vida todas ellas me comerán.
Desearía poder sonreír con ellas, protegerlas y alimentar de cariño su existencia, pero...
Es este amor en llamas, el que deforesta mi alma...