Hay una herida hecha de silencio
Hecha de oscuridad
Cuando el adios es un eco que no se halla
La despedida aunque nunca llego, no calla
Y un sabor a hiel se vuelve eternidad.
Por no haber guardado aquella mirada final
Ni la caricia en el oido del ultimo aliento
Esa letra dibujada sobre calido viento
Al no decir lo que quizo oir
Del estado profundo, al estado banal.