Las escenas en la alcoba son tesoros anhelados,
esos besos bella musa te los compro con mi alma,
la dulzura de tu rostro ilumina mi existencia,
tú desprecio es invaluable y lo tengo en la garganta,
cuanto vales pues mujer, ¡el dinero aquí no cuenta!
si tus piernas de abanico son dos perlas asesinas,
y tu espalda majestuosa aún no logro recorrer,
esos pies de señorita son dos rosas sin espinas,
la hermosura es criminal, es el arma de una musa,
ser coqueta y muy sensual son las ruedas de este mundo,
y el encanto es pasajero y en los años se marchita,
y el amor de esa mujer he soñado en ofertar,
si me pagan con mil besos pues la entrego sin dudar,
y valoro aquella musa, en su flor de primavera,
es tan joven y exquisita, tierna Diosa de mi alma,
yo te quiero y no te tengo, pero ayer soñé contigo,
que me amabas y eras mía, y surcamos el placer,
hoy despierto y tú no estás, fantasía y gran tormento,
cuanto vales pues mujer, aún no logro digerir,
mucho menos entender, atrapado y sin salir.
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Por: titánico
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