La vida es un cuestionamiento constante
No somos abanderados de nada
Sino solo poseedores de lo que entregamos a nuestros hermanos
Qué difícil el mundo cuando llevamos el peso de la vida
Qué compleja se vuelve la mirada
Y de pronto solo existimos nosotros
Una lección bien aprendida es una constante
Olvidadizos del amor y sus dimensiones
Encendamos las antorchas donde se aferran las sombras
Recibe lo que deseo que me pertenezca
Admite mi ser que cuestiona sus banderas
Que la felicidad se note en nuestras frentes
Cómo decir que necesito de tu mirar
De lo consabido por los legados del tiempo
Aferrémonos sencillamente ante el futuro
Que el cosmos no se olvide de nosotros
Que su insignia se aune con la mía
En este carnaval de senderos prometidos