Vasca

Llegas

Llegas, a inquietar las aguas mansas,

con tu contradicción de labios de sal

y piel de oasis en el desierto.

Llegas, apuñalando el abandono

para liberar todos los pájaros,

abriendo ventanas clausuradas,

derribando muros infranqueables.

Llegas, y todo es poesía

cortando amarras,

soltando lastres.

Llegas traspasando los límites

permitidos a la imprudencia,

hiriendo de muerte el silencio

de todas las madrugadas.

Llegas, a devorar mi carne

con desesperación de huérfano.

Llegas a abrir surcos en mi cuerpo.

Llegas, y de repente

todo tiene sentido…

Llegas…

y te vas.