Serpenteando la Ciudad,
del norte de nuestra Habana,
el malecón, es beldad
de ésta, mi tierra cubana.
Comienza en la Habana Vieja
y termina en el Vedado,
malecón con miel de abejas,
para los enamorados.
Donde las lindas parejas
se hacen promesas de amor
mientras la luna refleja
su magnífico esplendor,
junto al manto de estrellitas
que titilan simplemente,
para que las parejitas
se arrullen muy dulcemente.
A la luz del resplandor,
que hace las noches más bellas,
y disfruten del amor
bajo la luna y estrellas.
Vero