No intentaré culpar al destino,
por algo que era de nosotros,
sé que fue suficiente,
el habernos conocido.
Debimos haberlo hecho,
y nos dio miedo intentarlo.
Y de veras, no te culpo,
así es la vida,
da muchas oportunidades,
que no se repiten,
y debemos de asumir los actos.
Te quiero,
y sé que me quieres también.
Y en donde quiera que te encuentres
y con quien estés,
mis mejores deseos
siempre serán para ti.
Por todo lo que pudimos
y debimos ser.