Te propongo,
ser amantes por las noches,
cuando los fantasmas acechan
y soliloquios con la luna
son la moneda insomne y corriente
en la oscuridad de ese cuarto,
menguante.
Te propongo ser amigos
de domingos por la tarde
cuando la soledad es compañía
y el hastío de la rutina
se hace fibra y carne,
piel y hueso,
en el gris de la melancolía
del cansancio y del desgaste.
Te propongo ser compañeros
en el llanto y en la risa,
en largas charlas de avatares
y los golpes de la vida,
en un abrazo cómplice
que al alma rota cobija
y que junta los pedazos
cuando se encuentra hecha trizas.
Te propongo la aventura
de querernos a escondidas
sin que nadie más lo sepa,
sin cuentos ni habladurías,
tan solo dos almas libres
que se elijen día a día,
que comparten la locura
de burlar la monotonía.
Te propongo ser cómplices
de canciones y fogatas,
de silencios respetuosos,
de esos que a veces hacen falta,
sin preguntas que incomoden,
sin frases innecesarias,
tan solo en el horizonte
perdidas las miradas.
Te propongo hoy ser amantes
sin que importe ya más nada,
sin pensar en el ayer
pues no sabemos si hay mañana.
-. PaR
Derechos Reservados
27102022