La gracia de saber cosas que antes no, es pensar que todo pudo haber sido distinto.
Y nosotros nos merecemos a nosotros de vuelta. Y un primer beso que cierre esta etapa de aprendizaje en la que estamos solos. Separados María, el uno del otro.
Porque de eso se trata. De aprender y crecer juntos.
Y no probar con otras bocas lo que no supimos probar nosotros.
Porque vamos a desear volver cuando el tiempo nos recuerde.