La música no se deja intimidar por la noche. El cempasúchil lo sabe, también sabe que los acordes son vórtices para la incertidumbre.En la noche a veces se ven pájaros; pájaros que anuncian que la fuente no está del todo vacía. La noche pues es un bosque denso, pero cuando hay música, y pájaros: un relámpago de utopía le hace una grieta a este barril de realidad.