Al próximo presidente
un payaso lo entrevista
¿es esto ficción?
¿o una gran decepción?
Un escondite mágico
habrán de buscar debajo de los palcos
protegidos por un toldo ovalado.
En la pista los dos se alistan
los incrédulos esperan en taquilla
quieren boleto de primera fila
para llegar y al salvador tocar
los otros desde las gradas desgastadas
el espectáculo habrá de empezar.
El elegante jefe de pista
anuncia la espectacular salida
del payaso con zapatos largos
el aplauso no se dejó esperar.
La concurrencia quería
promesas huecas escuchar
pero la circular barra
marca la distancia
entre el bien y el mal.
El payaso nada guapo
llega preparado
¿habrán de reír o llorar?
La pregunta sostiene una débil tesis
detrás de ese disfraz
poco rigor hay.
Lo único que saben es:
el espectáculo debe continuar.