“...y que tu cabellera sea una pequeña noche mía
una oscuridad cuyo perfume me cubre.”
Pablo Neruda
Deja caer por mi cuello la lluvia bruna y fina de tu cabellera
deja que venga a mojar mi patria sin nombre
a borrarme las sílabas hundidas en mi pecho
deja que sea una pequeña noche mía entre mis manos
y precipite mi sueño varado en pleamar.
En tu cintura afina una guitarra criolla
se esconde su música en tu vientre
y no se atreve a sonar sino te toco.
¡Mil veces! mil veces ha dejado la ola salina
su aroma de arena y escamas en tu cadera,
ha dejado allí su huella de barro
y a medida que creces te moldea de vanidad.
Has sido verano hambriento en tu sed vespertina
y de tus poros saltan médulas rojas a suplicar
la saliva ávida de mi boca muerta.
He visto como se levanta un campo de trigo en tu dorso
y se embarazan las espigas con rozarte los dedos.
Mi corazón es un continente níveo
seca su pureza en la frontera donde Venus
muerde una manzana
una manzana fértil
una manzana azul
que se exprime por todo tu cuerpo.
He soñado con ser
la libertad negada de tu silencio
siendo acento de todos tus besos.
a mi-michi