“Pienso luego existo”
quizá mejor prefiera:
siento luego existo pues
ansias de tu aliento tengo
de cobijarme en tu pecho
para escuchar tus latidos
para rozar tus mejillas
por qué no oyes mi ruego
dime por qué vida mía
por qué corazón viajero
si abrazarte es intangible
perpetraré esa violación
sollozando de emoción
y si tu boca es imposible
cometeré otra infracción...