Escucha atentamente lo que digo
pues sale de esta mi alma enamorada
la pena que me agobia y que me mata
la pena que produce un cruel martirio.
No quiero ya sufrir tu cruel olvido
ni quiero soledades más amargas
yo quiero que acaricies hoy el alma
del pobre corazón, al lado mío.
Y bebe de este amor que yo te entrego
saciemos esta sed que me atormenta
vivamos como nubes en el cielo
que vuelan abrazadas y bohemias
que viajan libremente sobre selvas
sin penas ni tristezas y sin miedos.