Florece la primavera,
el amor se hace presente en las riberas con la luz del día,
tal cual fulgorante belleza como tus manos de pan y labios de miel.
Tus ojos son dos archipiélagos nocturnos que se establecen en mi alma, inundandome con tu pasión,
viciandome de ti, de tu querer,
Como del agua que alimenta a los claveles con amor. Como si de ti brotaran las palabras mágicas del mundo, como si en realidad fueras la misma naturaleza.
Así solo se que naturalmente te amo con pasión.