Rafael Escobar

\"RESPONSO PARA AMADO NERVO\"

 

 

¡Excelso y gran maestro!; que diste a poesía

de Pan su flauta augusta; su acorde y su armonía

que suena con voz celestial;

Tus trovas son fragancias de místicas gencianas,

que riegan su perfume las cálidas mañanas

que traen el aura triunfal.

 

Tu pluma tan grandiosa de Píndaro es herencia,

en ella se reúne de amor la efervescencia

que brilla lo mismo que el sol;

y nace en tus poemas los trinos de  canario,

con ritmo de ilusiones que sirven de breviario,

y son de pasión el crisol.

 

Sembraste la simiente de luz y de ternura,

con bellos madrigales que portan aura pura

vestida de terso organdí;

dejando de tu numen la esclarecida esencia

de antífona celeste, que abriga florescencia

del blanco y precioso alhelí.

 

Tus versos son jazmines, violetas y claveles;

y son con su tersura magníficos doseles

tejidos en suave oropel;

y dejan en el alma romanzas celestiales,

que llevan los sublimes tañidos de zorzales

que brindan arpegios de miel.

 

En cada letra tuya se encuentra lo divino;

lo hermoso y lo perfecto, lo sacro y cristalino

que tiene de fe su color;

y tejes con tu ensueño lo excelso y lo glorioso

que esparce con sus rimas lo bello y majestuoso

que emana un poema de amor.

 

Hesíodo y Lucrecio, Teócrito y Lucano,

contemplan con asombro, tu origen parnasiano

¡con lustre que baña tu faz!;

y miran inspirados cascadas luminosas

que fluyen de tu lira con notas melodiosas

que portan un halo de paz.

 

Tus mágicos cantares vistieron con las lumbres,

que tienen esos sueños que viajan por las cumbres

bordados de anhelo viril;

y tiernos ofrecieron los vinos de Citeres,

que envuelven las pasiones de angélicos placeres

que ofrece Afrodita febril.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.