En mi eterna noche
de largo insomnio,
entre la oscuridad de mudos diálogos
y la languidez de sentimientos lavados.
Bordeando el colapso,
en días de llanto.
Sin encontrar rumbo,
pérdida, sin futuro.
Mi noche sin luna,
mis días sin canto.
Cautiva de mi propia inquietud,
abrumada en la soledad del llanto.
Sentada entre las ruinas de mi locura,
el abismo infernal y el último suspiro...
Flojos los brazos
y el corazón moribundo.
Sorprende la brisa
refrescando el rostro,
Un rayo de Luna despeja mis ojos
y hallo el camino de un futuro hermoso.
Inspiro profundo,
doy vuelta al estío
y encuentro la mano
que brinda apoyo y cariño.
A.B.A. 2017 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires - Argentina