Nombre de cordillera con hermosas montañas, con blanco de nieve y el verde de los pastos. Pero en portugués “andes” proviene del regalo del piso, casando el nombre como un paso sin prisas donde el camino en la cordillera es difícil pero memorable. He soñado cómo me encantaría volar como un águila de Perú a Chile. Me gustaría sentir donde el hombre no puede llegar y en este caso es aquí el planeta, donde la naturaleza marca que el mundo no es todo del humano. Los indígenas tienen “totems”, y tal vez el mío sea el águila. Nunca es tarde para creer en el mañana y poder realizar este sueño.