Animas queridas venid pronto
Ánimas alegres, contadme de sus goces
Ánimas sufridas, desahogad sus congojas
Ánimas mayores, ánimas infantes
Acérquense, son éstos sus días
Quienes se fueron en tiempo
Dibujando solemne sonrisa
Quienes del plácido sueño no despertaron
Quienes cortada su flor esparcieron perfume
Quienes por desesperación o imprudencia
Dejaron seres queridos suspirando su ausencia
A quienes arrebataron injustamente la vida
Entre horribles torturas
Y no hallan todavía el eterno descanso
Ya están abiertas las puertas
Acérquense, son días de fiesta
Venid aquéllos que me precedieron
De quienes nunca me hablaron
De quienes un filamento de ADN conservo
Háblenme, ilústrenme, soy su presente
Ánimas en suplicio, ánimas deudoras
Contadme si han adquirido conciencia
Ánimas del limbo, inocentes y puras
Cuyo destino fue abortado desde un inicio
Ánimas que buscan sus vestiduras blanquear
Están puestas las velas, vengan a orar
Ánimas elevadas que humildes bajaron
Ánimas resplandecientes, ánimas aladas
Ánimas que han visto el rostro divino
Acompañad un momento este cuerpo carnal
Abuela de rebozo y canasto
Abuelo de azadón y caballo
Cuéntenme otra vez cómo eran de niños
Canten otra vez en su lengua natal
Cuéntenme cómo les va más allá
Padres que cruzaron los mares
Con afán de aventura y riqueza
Sosteniendo la cruz y la espada
¿todavía siguen manchadas de sangre sus manos?
¿todavía sigue la pólvora impregnada en sus ropas?
Padres de templos y danzas
Que conocieron la humillación y derrota
Mas nunca vendieron su alma sapiente
Compartid conmigo emociones
Entre todos hallemos equilibrio
Soy su más ferviente devoto