Innata
Quién se preocupó por ti
oh mujer valiente
en aquellos días de gloria
cuando eras una luz brillante
en la oscuridad de otros espíritus?
Quién trató tus heridas
con sutileza y dedicación
en los momentos en que tu
vientre contrito fue el fracaso
de un milagro divino?
De tu propia agonía
fluyó tu inspiración,
y por tu resiliencia
y temple de guerrera,
Frida Kahlo,
el mundo te amará
hasta el fin de los días.
No hay ni habrá nunca
otra mujer como tú,
porque no viviste
a la expectativa de nadie,
sólo el amor doblegó
tu espíritu, y por eso,
México te lleva en su sangre.
¡Oh mujer innata, yo te admiro!
Admiro tu arte y tu filosofía de vida.
El cielo no te bendijo con descendencia,
pero concebiste, desde tu dolor,
un arte realista,
que siempre será admirado.
Palabras del alma
Octubre/ 07/ 2008
Martha Humphrey
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