Senor, me caí de tus manos,
y sin darme cuenta
fui poco a poco por ahi rodando.
Hasta llegar al suelo,
a lo mas profundo, hecho mil pedazos.
Senor, me cai de tus manos,
ya cuando casi me estabas terminando,
cuando mi obra recibia las ultimas
pinceladas para ser perfecto;
me cai de tus manos.
Senti el dolor amargo
al recibir el golpe en mi vasija
de barro,
pero mas grande fue el dolor al ver que
su obra, lo habia traicionado.
Cómo es posible? Dijistes,
Después que te había logrado?
después que te había dado la forma que tanto había deseado
Porqué! Porqué vaso
te caíste de mis manos?
Pero yo te grito ahora,
ahora que estoy hecho mil pedazos,
ahora que no sirven para nada
mis particulas rotas por el suelo,
por el suelo del mundo y del pecado; Senor, no quiero que recojas
ni juntes mis pedazos.
Hazma de nuevo, Senor, hazme de nuevo.
Sosténme con tu diestra, con tu poderoso
brazo, para que nunca mas Alfarero mio,
me caiga de tus manos.
Jorge L. Casado
Lunes 11/1/93
11:01pm
EVR-PCM