Audaz estudiante de sueño glorioso
luchaste virtuoso con gran ideal.
Político y genio de toda destreza,
la diestra proeza de aquel general.
Seguiste la gloria con dotes y amores
frenando a traidores, buscando el amor,
los pueblos campestres te dieron la mano
por ser artesano, bandera de honor.
Quisiste con gozo la paz de la tierra,
que aclama y que encierra la viva pasión.
Surcaste colinas y verdes collados
con bravos soldados, temible escuadrón.
Cruzando neblinas con rumbo al poniente,
te alaba la gente: «¡viva Benjamín!».
Y el pueblo completo levanta los ramos
que en coro gritamos: «¡patriota hasta el fin!»