Porque al mirar al cielo
en el azul de la eternidad
entre nubes de algodón
sólo veo tu rostro. Sé que te amo.
Porque al caminar muy absorto
por los senderos del recuerdo
sólo evoco tu nombre amado
ensimismado, Sé que te amo.
Porque en el golpe del alocado viento
siento la calidez de tus tiernos brazos
me hundo en profundo letargo
y anonadado sé que te amo.
Porque en la débil mirada del ocaso
veo la ternura de tu mirada
entumecido por el recuerdo
sé que te amo mujer indómita.
Porque en la caricia de la lluvia tardía
en una cálida y postrera lágrima
mi solitaria alma ssuspira
hundido en el silencio, sé que te amo.
Porque en la suave brisa matutina
envuelto en mi necia nostalgia
sólo pronuncio tu nombre
sumido en mi ensueño, sé que te amo.
Lima, 3 de noviembre del 2022