Calles vacías.
La vida se ha parado.
Llegó la noche.
Se estiran sombras
de inmóviles farolas
y de los árboles.
Un perro ladra,
quizás es vagabundo,
sin pan y casa.
Sopla la brisa
y anima los cabellos
de la fontana.
Bares y tiendas,
cerrados y durmiendo
hasta mañana.
Cunde el silencio,
la niebla tiene magia
y ya se asoma.
A todo esto
tú duermes en tu cama,
ajena al mundo.
Miro tu cara,
te robo la sonrisa
y me estremezco.
Eres mi amiga,
y siempre vas conmigo:
\"Luna de plata\".
Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/22