Vasca

Leyenda de la Flor del Ceibo

A orillas del Paraná, 
vivía una guaraní
que a los dioses les cantaba
la llamaban Anahí

El español conquistando
cual cautiva la llevó
Pasó los días llorando 
y de noche vigiló

Hasta que un día en que el sueño 
al centinela venció, 
ella mostró su empeño,
cuando un puñal le clavó

Anahí era su nombre
la selva la refugió
pero el grito del soldado
al español alertó
fue entonces perseguida
y con la muerte pagó

Condenada fue a la hoguera
en silencio padeció
con un temple de guerrera
cuando el fuego comenzó

Anahí fue atada a un ceibo,
y al siguiente amanecer, 
los soldados a su arribo 
lo vieron resplandecer

Flores de terciopelo rojo, 
brillando con esplendor, 
símbolo de su arrojo
y de su pueblo el amor.