A veces mi refugio es una almohada mullida para guardar mi llanto, ya sé de sobras que no tiene sentido, pero las lágrimas son mis amigas por eso me dejo llevar y soltar la rabia del día día para luego plácidamente descansar esta mente inquieta.
Me despiertan en el medio de la madrugada los pétalos de mis versos, pinto con palabras de color azul un lienzo de espuma y pienso que me estoy cansando de este ir y venir de este vaivén que me traigo entre el infierno los abismos y el cielo.
Soy consciente de que tengo un tesoro, tengo el día entero para mi solo.
Las Efímeras viven solamente un día, para ellas quizás una hora es toda una vida llena de esperanza.
Hay dos Seres las Rosas y las Cigarras temblando de amor en una cama de musgo húmedo y verde y de fondo una canción que cantan los grillos a la luz de las Luciérnagas .
Todo ello es el amor genuino que la Naturaleza nos regala con su abrazo lleno de ternura.
Sigo en la almohada donde nacen los sueños, si ahora narrará mi vida no habría gran diferencia entre la realidad
y la fragilidad de mi alma .
Manuel Lorente
Seudónimo
Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor Noviembre 2022