Dicen que dónde hubo fuego cenizas quedan.
Y de este amor que fue incendio, ninguno de los dos supo cuál de los dos se quemó primero.
Y que si el amor es aún más fuerte que lo intangible no habrá llanto liberador de lo que nunca nos dijimos.
Porque en este amor que no fue. Ni fueron cenizas tampoco, nos encontrara el viento indecisos y arrepentidos.
Habremos quedado echo brasas, que flamean con el soplo que le damos a nuestros recuerdos.
Y de este amor que no fue ceniza si no brasa y que si el amor es aún más fuerte que lo intangible: Prometo soplarte suavemente el corazón.
No para que te enamores de mí. De lo que soy ahora. Si no para que recuerdes el porqué nos enamoramos por primera vez.
Vamos. Descubramos cuál de los dos es el que se quemó primero.