Tu recuerdo me asedia y tu cuerpo me reclama.
Tu voz, lejana,
tu voz, distante,
me persigue y me incita
a buscarte entre las olas.
Eres mar, eres el alba,
eres letargo y eres vida.
Eres luna que ilumina la penumbra del destino.
Tenue, como la brisa,
que se confunde en la mirada.
Tenue, como el silencio,
como un suspiro,
una palabra.