Volver después de hacerlo siempre,
como si nunca ayer te hubieras ido,
en un abrazo blanco, espuma y agua,
en tu mar de marea, fondos de olvido.
Y renovaste así tu fuerza antigua
y te dejaste arrastrar por temporales,
y te besaste de ida y vuelta con la playa,
y te enredaste con la rabia en los corales.
Volver de nuevo de otros mares,
buscando un abrazo viejo que te sacie
es intentar que el tiempo se detenga,
que la fuerza de Neptuno no te arrastre.