Sierdi

EL POEMA

 

El poema es una campanilla a cadáveres vivientes.
Es florecido atavío, en la triste sepultura solitaria.
Propicio elixir de enamoramiento, en el escogido.
Para el desamor y la congoja, eficaz correctivo.

 

El poema es brújula para las almas extraviadas.
Manual, para encrespar las pieles muy deseadas.
Es eficaz freno, al insensato, acosador repudiado.
Suave bálsamo, que calma, al sollozo maltratado.

 

El poema es escondite sin rastro de la incógnita.
Es piropo temprano a la aurora y la liga cósmica.
Agraciada dádiva, prócer regalo, para las almas.
En los desacuerdos, sereno aplacador de llamas.

 

El poema es un menú infinito,

Con platos muy variados.