\"Y toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son\". C de la Barca
Cuando los ruidos del silencio
aprisionan la noche
y alborotan mis sueños,
la almohada como puente
me hace cruzar mentalmente,
la puerta de la imaginación,
y en la ensoñación,
se apuran los latidos
de mi abatido corazón.
Entonces, aparecen las figuras
y las formas fantasmales
que agrían o endulzan mi descanso.
En una de esas noches,
llegaste a mi cama
con el vestido rosa carmesí,
como te vi, la última vez,
espero, lo recuerdes como yo,
pero cambiada, te fuiste enojada,
volvías cariñosa.
Te sentaste al borde de la cama
y con la mano estirada
tocaste mi cabeza
haciendo jugar a mis cabellos.
Sin decir nada,
me decías, cuanto me amabas,
que estabas arrepentida
de haberme abandonado,
querías volver a enamorarme,
porque eras feliz, aquí a mi lado.
Quise responder, que en vano
habías retornado,
cuando el ruidoso amanecer
vino a turbarme
y desperté trastornado.
sin poder explicarte,
no, no es posible
mi amor, murió con el adiós.