A la novia de blanco
y a su novio el sol,
como una pareja
que se distanció,
se les ha cruzado
el planeta tierra
y el cielo de otoño
se oscureció.
La luna escarlata
se ha entristecido
y al cielo, su amado,
de sangre ha teñido,
sangre derramada
de su amor herido
al que por un tiempo
creerán perdido.
¡No sufran amados
que la tierra es pequeña
y sin saberlo ustedes
su amor nos enseña:
si se aman dos almas
como ustedes dos,
nada podrá separarlas...
solamente Dios!.
Lucila De Melo(MMGA). Uruguay
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