La muerte tocó a la puerta
y nos miro con desdén
llegó cargando las penas
que derramó por doquier
Se fue directo a ese cuarto
lúgubre del hospital
no valieron los esfuerzos
para no dejarla entrar
Allá sonriente se acerca
cubríendola con su frialdad
y se la lleva muy lejos
a vivir en la eternidad
Corre esta con su alma
y su cuerpo queda aquí
como quedan sus recuerdos
que nunca han de morir.
Heligrari 10/6/22