Luna que se enciende
que me trae de madrugada
la felicidad perdida
la que me había dado la espalda.
Regresa con su dulzura
para sellar la alianza
que ausente tras la ruptura
era ya desesperanza.
Pura y llena de ilusiones
llega con todo el fulgor
que alimentó las pasiones
de aquel nuestro gran amor.
Sin rumbo y a la deriva
no sabes cariño mío
cuánto tiempo te he extrañado
estando solo y vacío.
No debemos insistir
en repetir ignorarnos
ese lapso no es vivir
y llegaremos a odiarnos.
Classman