Igual que blancas palomas
que van surcando el espacio
mis versos vuelan despacio
llevando de amor aromas.
Son hechos con luz divina
que porta precioso anhelo
de vivir con ella el cielo
de mi pasión purpurina;
sus alas son la esperanza,
la ternura y la armonía
que tejen la melodía
que borda bella romanza.
En cada dulce fonema
viaja un ensueño dorado
del amor apasionado
que de la vida es poema.
Sus letras son querubines
de un edén paradisíaco
con fervor afrodisíaco
y perfume de jazmines.
Tienen sus rimas la esencia
de las canciones homéricas
con sus auras esotéricas
de fúlgida y gran cadencia.
Ellos nacen del aliento
que su belleza me inspira
con el rayo que transpira
el más febril sentimiento.
Palpitan con los compases
de una preciosa sonata
que el pensamiento arrebata
y de mis sueños son bases.
Su ritmo tan apacible
se desliza muy mimoso
y con acorde armonioso
brilla con aura intangible.
Vestidos con los encajes
de sagradas emociones
transcriben las ilusiones
que son de pasión mensajes.
Con infinito candor
reflejan esa belleza
que conserva la pureza
del más cristalino amor.
Reúnen en su estructura
las divinas cualidades
que tejen las ansiedades
de amor, pasión y locura.
Autor: Aníbal Rodríguez.