El Desafío
Como el anochecer,
está sin calma perecer,
es el delirio abastecer,
y sentir el alma fría,
cuando te vas con un adiós,
y con un sólo desafío,
y tan frío como el silencio,
y tan callado como el sabio,
como el instante en que es presente,
se debate una sonrisa triste,
de esas en que sólo se percibe el alma,
como en silencio una sola calma,
en que se entristece en desarma,
lo que es el alma a cuestas de la razón,
y con un sólo corazón,
en que se insiste con tanta razón…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG