Francisco 1987

¿El amor de Dios es infinito?

 Estaba en un calabozo en Auschwitz

fría mañana

05:59 minutos de la mañana

la neblina no me dejaba ver el arcoiris

que impregnaba los matorrales y pedruzcos 

contrapuestos al astro solar

 

Llevaba puesto un pantalón

impregnado de orines y heces de perro

y propios 

el suelo era frío,  gélido

como el corazón de una cascabel

 

Pasaron 2 horas 1 minuto

el resto de presos caminaron hacia el comedor a 250 metros por un túnel oscuro, apenas con focos a media luz

Era Renato y Kike sonrientes 

los guardianes de la celda P570

se acercaron,  me escupieron

me patearon la cabeza y las costillas...

vi el rostro de Jesucristo

 

-Párate perro!

me dijo sonriente Kike,  su labios eran finos y su rostro reflejaba desprecio y miedo 

-llegó tu suerte flaco feo - dijo Renato 

tenía una nariz extragrande y barba 

y me escupió de nuevo

 

Pasaron 25 segundos 

a lo lejos se oyeron disparos de caserina

 

Entonces Kike sacó del bolsillo de su camisa 5 papeles pequeños

y afirmó:

Mira esto sabandija,  mira bien 

en estos papeles está escrito tu castigo

tienes 20 segundos para elegir... 

 

En los papeles amarillentos estaba escrito en alemán :

1)cámara de gas    2)fusilamiento

3)silla eléctrica   4)descuartizamiento y motosierra

5)ser lanzado a un abismo 

 

Me tardé mucho en decidir 

pensé rápido

y

saqué la navaja de mi pantalón

y les corté los cartílagos de los pies 

gritaron,  se retorcieron y se desangraron lentamente

la sangre era oscura - como sus almas-,  gelatinosa y tibia 

como el abrazo de una quinceañera

 

Pasaron 35 minutos,  ingresó un carcelero, y se quedó pasmado al ver la escena,  se acercó y me patió la cabeza 

dijo algo en árabe (¿maldición?) 

y se fue corriendo y gritando 

a los soldados alemanes

 

Al mediodía podía ver los jardines secos, apenas margaritas y claveles dispersos por los llanos del perímetro penitenciario

me trataban de mostrar el camino

 

un hombre robusto me tomó de la cabeza, y me dió una descarga eléctrica 

no había probado bocado de cémola o fruta en las últimas 72 horas

todo me daba vueltas, veía borroso el camino hacia la guillotina.... 

 

Pasaron 39 segundos

de pronto escuché la voz de mi padre,  la voz de mi madre... pero no eran 

era todo una fantasía,  como la vida misma

 

Pude observar la afilada e imponente navaja 15 metros en la parte superior del madero 

me colocaron la cabeza muy fijo al lugar de encuentro  y las manos atadas con esposas por atrás.... 

El carcelero sonriente de su suerte y su fuerza jaló la pita para cercenarme la testa

cerré los ojos