Era una vista agradable.
Pinos y eucaliptos se baten en medio de aquella fría brisa.
Era un bosque hermoso.
¿Dónde estás?
Flores silvestres... un poco apagadas. Lodo, ramas y un poco de agua.
Y ahí, justo ahí puedo verte al otro lado del lago.
Tus blancos cabellos como la nieve eran adornados por delicadas rosas: lilas, amarillas y rojas.
¿Sólo aquellas?
Observó la rosa entre sus manos.
Quizá, su color era diferente, pero es la que representaba enteramente lo que llevaba en su alma.
Su esencia.
Su amor...
Sus ojos como llamas observaban atentamente aquel pequeño cuerpo al otro lado del lago como si esperara que se acercara.
\"Lo aceptarías, ¿verdad? Se que las prefieres a ellas...\"
Dejó aquella delicada rosa sobre aquel barco de papel sobre el lago que había preparado para él.
Aquellos fervientes ojos no apartaron ni un solo momento su vista del corto viaje de aquel entrañable barquito hacia él.
¿Es una despedida?
Y justo antes de que llegara a tus pies, aquella niña retrocedió con la intención de marcharse.
\"Ojalá pudieras conservarla, lamento no poder entregarte los mismos colores que acostumbras\"
Aquel hombre tomó entre sus manos aquella rosa mientras una dulce sonrisa adornaba sus labios.
\"Ojalá supieras cuanto te estaba esperando, es hermosa... \"
Ambos pensamientos eran tristemente, contrarios...
Colocó aquella rosa entre sus manos, y cubriéndola con cuidado, la convirtió en una bella mariposa.
\"Estarás siempre conmigo...\"
Observaba con lágrimas la espalda de aquella niña mientras se marchaba con una deslumbrante mariposa naranja brillando en medio de su pecho.
En su corazón...
- Mel