Despidete y duermete así, con el cuerpo trémulo.
con esas ganas reprimidas y revueltas,
con la promesa de verme saliendo de tus sueños.
En la paciencia de nuestros deseos de una tarde soleada.
Con la imagen de tu sonrisa en mi portaretrato.
Con la agonía de sentir el corazon solitario.
En mis horas frente al reloj
Te recordaré saboreando mis recuerdos.
Con las certezas de sentirte, vibrando entre mis latidos