Sabía que pronto se iría,
se acababa su tiempo,
las quejas iban con el viento
y jamás regresarían...
No le quedaban expectativas
ni tampoco esperanzas,
sus lágrimas cual lanzas
habían desgarrado sus mejillas...
Se aferraba con fuerza
a los bellos recuerdos,
como si aquello
le pudiera dar nueva cuerda...
Pensaba que diferente
si hubiese sido un ave,
habría tenido la clave
para escapar de su mente...
Tal vez un simple pez
con un océano por delante,
viviendo una vida simple
sin pensar en la vejez...
Pero nació simple mortal
cargado de defectos
y para hacerlo más imperfecto,
también con el pecado original...
Quería creer desesperadamente
en un dios que lo escuchara,
al cual encomendarse
aunque fuera sólo en su mente...
No reflexiones mi poesía...vívela